La mesa y los compañeros

19.02.2010 21:17

Cuando llevaba bastante tiempo trabajando en el bingo me dí cuenta de un detalle muy interesante, pero a la vez tenía sentido, no se si llamarlo superstición o costumbres, a ver que os parece.

 

Todos los días iba un señor a jugar, si ganaba se quedaba un ratito más y si no se marchaba cuando se le terminaba el dinero de ese día. Por lo pude saber después, era viudo y pensionista, y parte de su pensión la destinaba a su hobby que era jugar al bingo. Llegaba cada día a la misma hora con su periódico en la mano y dispuesto a desayunar, se sentaba en la misma silla y desayunaba lo mismo todos los días. Me llamaba la atención lo educado y atento que era con todos nosotros y se le notaba a gusto mientras jugaba. Fui observando que con el tiempo empezaron a sentarse las mismas personas en la misma mesa con ese señor y era para todos ellos como jugar en familia porque se contaban las anécdotas del día anterior entre partida y partida, compartiendo así su vida diaria. Si alguno de ellos cantaba línea compraba un cartón aparte, lo marcaba por detrás y decía que si tocaba era para todos los que estaban sentados en la mesa, pero si cantaban bingo regalaba a cada uno de ellos un dinero o como ellos dicen “te invito a unos cartoncitos”.

Un día me encontré a ese señor en la calle, yo no lo reconocí, pero él me paró, se puso a charlar conmigo y entre otras cosas me comentó que seguía jugando al bingo todos los días en la misma sala, en la misma silla y con las mismas personas. Yo le pregunté el porque de esa superstición y me dijo que al principio sí era superstición, pero que con el tiempo no lo ve así, porqué es como desayunar en una cafetería con amigos, a la vez que haces algo que te gusta, en este caso jugar una partidita de bingo.

 

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